Tal vez me acordé de ti.

 


El sueño me abandonaba

por el placer de contemplar con los ojos del amor,

al mismísimo amor hecho hombre dormido.

Mantenerme despierta observándolo,

era tal vez la única forma de atesorar recuerdos,

de detener el tiempo.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nada es fácil

Sin Glamour

Promesa rota