Un año es demasiado tiempo.
¿Cómo hago para
que dejen de doler ciertos recuerdos?
Entro en una
cantidad de preguntas intentando convencerme que las cosas se dieron de la
forma como se tenían que dar. No puedo más sino imaginar un final diferente
pero el resultado es el mismo. Las lágrimas ahogan a las niñas de mis ojos y es
inevitable que ellas empiecen a rodar por mis mejillas y a caer en el pecho sí, precisamente ahí, en el pecho que es en donde se siente la puñalada de cada
recuerdo.
Los días han
pasado y con ellos también los años y uno cree que el dolor desaparecerá para
siempre pero no es así; también sé que esas no son mis culpas ni las de nadie
y me encantaría pensar que mi tristeza __tal vez de aquel momento__ fue
felicidad para los protagonistas de este dolor.
Era solo un
año, nada malo podía pasar en un año.
Ellos un día se
despidieron con los besos y los abrazos suficientes para abrigar la lejanía, pero
lo que el abuelo y el nieto no sabían era que se estaban despidiendo para
siempre, que cada uno debería guardar el olor de la última copa de vino, el
abrazo delicado, el beso cálido y la felicidad de un reencuentro.
Cuando uno está
anciano un año es demasiado tiempo, las promesas como los huesos se vuelven de
cristal, los sueños solo los da el hoy. Jamás le prometas nada a un anciano que
no sea el presente, jamás le hables de un futuro que no sea el que está en la
punta de los dedos y mucho menos le prometas que pronto regresarás porque de no
ser así, el va a esperar por ti toda la vida.
¡Qué interesante espacio! 👏
ResponderBorrarGracias y este espacio es de ustedes.
BorrarHola Astrid, me siento triste y melancólico. De inmediato se me vino a la mente visitar tu blog.
ResponderBorrarPor alguna razón te relaciono con las emociones, cómo la esperanza, la melancolía, la resignación y el reinicio.
Gracias, a la distancia me haces mucho bien
Tan bello mensaje y gracias por seguir las emociones. Esas mismas son las que a veces nos conectan con los demás. Abrazo y aquí estoy siempre.
Borrar