Sin Glamour

 


Tal vez un año  y medio atrás tomó la decisión de no volver a trabajar por los intereses de alguien más y así lo cumplió.

Un día se encontró en casa, con la cama sin hacer, en pijama, sin maquillaje, con el cabello revuelto, sin sus tacones y sin sus preciados accesorios y entró en pánico. Vio como sus bolsos, su ropa planchada y sus zapatos de tacón permanecían intactos y los vio tan suspendidos en el olvido que sólo optó por llorar.

No se veía llevando una vida así de tranquila sin el olor a glamour con el que solía llenar sus días. No quería aceptar su nueva vida y la desesperanza se apoderó de ella al punto de querer salir corriendo hacia cualquier destino que no fuese ese que tenía frente a sus ojos.

Los días seguían pasando y poco a poco fue incorporando cosas nuevas y sencillas a aquello que se parecía mucho a la rutina y en ese camino empezó a encontrarles placer.

Empezó a darse cuenta que valía la pena dormir hasta tarde, empezó a encontrar un placer casi doloroso en la rutina de 32 minutos diarios de ejercicios, empezó a disfrutar del café en compañía de sus hermanas en el corredor de su casa, empezó a creer que estar en ropa ligera, zapatillas deportivas también valía la pena, empezó a verse hermosa con la cara limpia y sin maquillaje y que todo aquello por lo que había trabajado y había decidido dejar atrás, no era otra cosa más que una etapa que debía ser quemada, así como se quemaban los recuerdos de un viejo amor.

Ella no sabe cuánto tiempo durará esa felicidad, no sabe si será transitoria; lo único que sabe es que por ahora quiere disfrutarla mientras se llega la hora de emprender una nueva aventura. 

Comentarios

  1. Un cuerpo para soñar en su ceno

    ResponderBorrar
  2. Sentido relato. Realidad o magia, no importa, eres tú

    ResponderBorrar
  3. Recorrí kilómetros de mi bello país para el olvidar tus palabras para preguntarle a Dios porqué cambió todo entre tu y yo, quise sacarte de mis pensamientos cada kilómetro que dejaba atrás con cada lágrimas que caía de mis ojos

    ResponderBorrar
  4. Me impresionan estas palabras. Un abrazo a quien sea que esté detrás de él.

    ResponderBorrar
  5. También me pasa casi igual,
    Ya los casi 10 meses o no se cuantos que no me interesa regalar mi tiempo, mi mente y corazón a ninguna. No por miedo, es que todo se volvió tan efímero y tan postizo. La libertad y paz son una gran recompensa.

    ResponderBorrar
  6. Bellísimo. Un renacer que es necesario en algún momento de la vida.

    ResponderBorrar
  7. Llegue tarde a leerlo, muy interesante

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nada es fácil

Promesa rota